“No es inusual que los requerimientos de insulina cambien repentinamente incluso luego de un prolongado período de estabilidad”.

Ajuste de la dosis

El ajuste de la dosis se debe basar en la respuesta clínica y la interpretación de una curva seriada de glucosa sanguínea. Idealmente, la curva de glucosa sanguínea debería realizarse antes de cambiar la dosis de insulina.

El control de la glucosa urinaria y cetona puede utilizarse para determinar si es necesario realizar una curva de glucosa sanguínea, pero no debería usarse por sí solo como base para el ajuste de la dosis.

El ajuste de la dosis debería realizarse en pasos de 10 %, redondeado hacia abajo hasta la unidad completa o media unidad más cercana. Los cambios en la dosis deberían hacerse luego de un período de adaptación a una dosis o régimen particular, es decir, al menos 3-4 días.

Los cambios en los requerimientos de insulina pueden deberse a numerosos factores

• Infección (por ej.: infección del tracto urinario (cistitis, piodermia).
• Alteración del régimen de ejercicio.
• Pérdida o ganancia de peso.
• Otras enfermedades concurrentes (por ej: falla renal, insuficiencia cardíaca).
• Otras enfermedades endócrinas concurrentes.
• Metestro en perras – cambios en las concentraciones de progesterona.
• Administración de corticosteroids o progestágenos.